sábado, 26 de julio de 2014

Cajita de madera para infusiones


En este trabajo tengo que decir, que toda la culpa la tiene Lola. Así que muchísimas gracias Lola por colaborar en la continuación del blog con tus ideas.

 Porque es verdad que ella sabe que soy muy activa, así que yo creo que pensó que tenía que buscarme algo para tenerme entretenida… como si no se me ocurrieran mil cosas sin querer.

 

A ella se le ocurrió que sería buena idea que le hiciese una cajita de madera especialmente diseñada para las infusiones con sus apartaditos y todo. La verdad es que encontró una ideal, que después de tratarla un poco, sólo que había que pintarla, así que elegimos los colores y manos a la obra.

Sencillo, un poco de lija, el tratamiento, que se seque y a pintar.

 

 

 Se quedó genial ¿verdad?

 

Pues después aún hice otra, esta vez para mi madre, claro. Y esta vez el color elegido fue el verde, no pude encontrar el mismo diseño de la caja así que escogí otro parecido:

 

Cualquier duda, sugerencia o lo que queráis decirme, por favor enviadme un e-mail o ¡comentadlo en esta entrada!


El caso es que abrió otra caja de pandora con su ocurrencia. Porque al ir a comprar las pinturas de los colores que queríamos y el pincel...pues oí una conversación en la tienda que me dio mil ideas más... no para la caja de infusiones sino para otra manualidad. Total que al final estaba haciendo las cajas de las infusiones pensando ya como llevar a cabo mi siguiente "obra", se me metió tanto en la cabeza que a la semana siguiente de acabar estas cajas ya estaba buscando todos los materiales para la siguiente... que ya veréis lo es que ¡en próximas entradas!

 Espero que os haya gustado y ¡hasta la semana que viene!

sábado, 19 de julio de 2014

Mantitas para bebés


Hace tiempo que descubrí la lana ésta de borlas, ésa que tiene como una especie de bolitas de algodón a lo largo de todo el hilo de la madeja, y es sumamente blandita y suave.


De ahí que se me ocurriera hacer una mantita de bebé, por supuesto cuando se trata de bebés hay que buscar algo que sea lo más suave e hipo-alergénico posible, y aunque es difícil a veces encontrarlo,  hay que intentarlo. Yo encontré esto con estas características y con estos colores y lo que hice fue intentar mezclarlos de la mejor manera posible:

   

El caso es que cuando tienes la lana el resto es bastante sencillo: yo simplemente me puse a tejer desde el recuerdo de ver a mi abuela hacerlo. Ella me comenta que es el punto del haz todo el tiempo, así que más sencillo no puede ser.

 

Es cierto que si no sabes ni coger las agujar todo es un mundo, pero si estáis en ese punto, escribidme como os digo siempre, y puedo hacer un especial dedicado a eso, porque la base es muy importante y se pueden hacer mil cosas sólo sabiendo eso y os lo digo por experiencia.


De todas formas aquí os dejo en fotos cómo se hace el punto básico.

 



  

 Una vez que sabes hacer eso, es todo igual sólo tienes que preocuparte del diseño y de la longitud de la manta.

 


Y queda una cosa así:

  


Como véis es bastante mullidita y blandita. Y aunque no lo podáis notar, es muy muy suave.

 

 

Pues cuando acabé una me dió por hacer otra, volví a la tienda pero no habían recibido nada asi que estaban los mismos colores... bueno pues nada, cambié el diseño y ya está.

 

 

 Al final así me han quedado las dos: 


En otra entrada, intentaré poner otra de otro estilo, esta vez hecha de ganchillo. 

Espero que os haya gustado y ¡hasta la semana que viene!



sábado, 12 de julio de 2014

Puff


Hoy os traigo una cosa de la que estoy especialmente orgullosa y la gente que me conoce y la han visto y probado están deseando de verla aquí.

Bueno en mi manía con el reciclaje de uno mismo, he hecho un puff usando como base botellas de plástico. 

Alguien me dijo que los puff de las tiendas pesaban tan poco porque estaban huecos por dentro y entre bromas también oí que en un programa de los de bricolaje y decoración o cosas así, que hicieron el especial de hacer un asiento de este tipo usando botellas de plástico de 1,5 L o de 2 L.

El caso es que como ya sabéis, la cosa no está para ir comprando muebles a lo loco y en estas épocas de crisis y austeridad, cualquier cosa que pueda ayudar a minimizar gastos pues es bienvenida.

Me puse a investigar, a poner mis propias ideas para mejorar el producto bajo mi punto de vista, para hacerlo más cómodo resistente y duradero. Y esta vez tengo que decir que TODO lo que he usado ha sido reciclado y el final es realmente espectacular, ¡¡lástima que no podáis probarlo con sólo verlo!!


Empezamos:

 El primer paso es tener suficientes botellas del mismo tamaño y de la misma forma. Aquí en la siguiente foto he usado dos botellas, una está entera y con el tapón bien puesto y  la otra le corté la parte de arriba de la boca desde la primera ranura donde la botella empieza a decrecer para hacer la forma de la boquilla. Y después está encajada de forma contraria de forma que tiene la misma estructura por arriba que por abajo.


 

Sigo este paso hasta que tengo hechas siete (donde necesito 14 botellas), y las coloco de esta forma: 


Las sujeto con cinta aislante, celofán, americana,... lo que queráis, pero que se queden bien sujetas. y en la parte de arriba le coloco el relleno de un cojín bien mullidito.

 

Para darle consistencia lateral, cubro las botellas con cartón de la siguiente forma:

 

Y por la parte de abajo, tambíén: le coloco un cartón fuerte que deje completamente plano el culo del puff. 

Y ya sólo queda tapizarlo, y para ello usé los pantalones de pijama de mi chico, que estaban hechos polvo ya..
Y éste fue el resultado:

 

El caso es que se me hizo pequeño... que en realidad no lo es tanto... pero claro, depende del culo que se siente en él.

Total que me puse a guardar más botellas de la misma estructura:
(19 x 2 = 38 botellas usadas)

 

En este caso, como podéis observar en las fotos, también he usado bridas para juntarlas bien y que no se muevan ni un ápice.


Además en este caso también lo recubro entero de cartón:

 

Después un par de cojines o tres y para sujetarlos bien una camiseta muy muy vieja que no servía ni para trapos por lo raro del tejido.

 

Y detrás, la funda. Como siempre de retales que tenía por ahí.

Me puse con mi máquina: 

 

 

No es la funda perfecta, pero no me ha costado un céntimo y además es la primera que hago a máquina, porque la otra la hice entera a mano. La base se la puse roja, de otro retal que tenía porque la tela verde ya se había terminado:

 

Como podéis observar es bastante hermoso, es más grande y cómodo que los de las tiendas. Está mal que lo diga yo, pero así es como opinan todos los que lo han probado y creo que es la realidad.

 

Aquí podéis ver la comparativa de los dos. 

 

Espero que os haya gustado, ya me iréis contando y ¡hasta la semana que viene!

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