Pulseras de gomitas

Vamos a seguir con las pulseras…

Antes de enseñaros éstas, quería empezar por las de nudos, por las de nombre o por aquellas que hacíamos con hilos de plástico ¿recordáis? Pero la presión me ha podido, son tan, tan famosas las gomitas de colores que ya hemos sucumbido a su encanto, así que aquí estamos.

Bien, si buscáis en internet os podéis volver locos con estas gomitas, pues la gente hace verdaderas maravillas y usando para hacerlas utensilios de muchos tipos; algunos que están en cualquier casa como un par de tenedores,  una pinza de la ropa, incluso simplemente usando los dedos, o de lo más complejos o elaborados como el telar azteca o alguno similar.

Para empezar la más sencilla, la que todos los niños están hartos de hacer.

  Yo supe hacerla porque me mandaron fotos de las que hacen Alba y María, para que me hiciera una idea. Así que muchas gracias Alba y María, porque ¡gracias a vosotras hice este modelo! Ellas las hacen con dos tenedores de plástico puestos del revés, yo uso los dedos simplemente.

 

La primera goma la ponemos cruzada para que no se deshaga la pulsera, y la siguiente normal. En este caso los pasos son cada dos gomas. En mi caso verde y naranja.

 

Se pasa la primera goma que pusimos (la cruzada, en mi caso verde), por encima de la naranja. Y se deja como véis en la figura en medio de los dos dedos.

 Parece que apretan mucho las gomas pero no es así, y menos aún en los dedos de los niños.

 

Y añadimos otra goma, podéis usar los colores que queráis no sólo dos. Yo sólo puse dos para que se quedase claro el proceso.

 

Y añadimos hasta el tamaño deseado y unimos los extremos con el "cierre" que suele venir en las bolsitas o simplemente atando un extremo con el otro. Tened cuidado de no soltar la ultima goma antes de meterla doblada como se ve en la fotografía en el cierre, porque si se te suelta se puede deshacer la pulsera.

Y el resultado es éste:

Fácil ¿no? Si necesitáis alguna aclaración no dudéis en preguntar.

Pero vamos a complicar la cosa, vamos a ir usando tres gomitas en cada paso. El comienzo siempre va a ser igual, la primera cruzada y las demás no. Aquí yo uso una pinza porque me resulta más sencillo.

 

Aquí la cosa es usar tes gomitas en cada paso:

 

Y la primera que pusimos la pasamos por encima de las otras y ponemos otra gomita (en mi caso del mismo color, porque sólo quiero usar tres colores):

 

Y así continuamos añadiendo gomitas

  

 

Hasta conseguir el tamaño deseado:

 

Para acabar, cuando tengamos el tamaño que queramos, seguimos subiendo las gomitas hasta que sólo nos quede una como en la foto:

 

La sacas con cuidado que no se te escapen los extremos y la unes con el "cierre" que suele venir en las bolsitas o simplemente atando un extremo con el otro como en el caso anterior.

 

La mezcla de colores es a gusto del consumidor. En esta concretamente creo que me ayudó Carolina, a ella también le encantan estas pulseras y ya hasta se inventa modelos. Otro día haré  otra entrada con alguna más complicada.

 

Y como veis sale más compacta, con más cuerpo y cuadradita.

Vale y vamos a complicarla otro poco más cambiándole solamente un paso. En vez de pasar la gomita por encima de las otras , la vamos a pasar de este modo:

  

Se pasa por debajo de la goma de en medio y por encima de la ultima que pusimos. Con el ganchito es muy fácil de hacer:

  

  Y sólo con eso fijaos qué cambio en la forma.

Bien, creo que para ser la primera entrada referente a este tema está bien para empezar. Más adelante innovaremos nuevas formas de pulseras o de usos de las gomitas.

Yo por ahora voy a ir metiéndolas en un llavero.

 

Espero que os haya gustado y ¡hasta la semana que viene!

Pulsera de bolillos

Hoy estrenamos una nueva sección la de las pulseras, que ya le tenía yo ganas. Para empezar con ella, os traigo una  pulsera muy especial hecha de encaje de bolillos, a la medida y del color favorito de la que es su dueña ahora, mi queridísima Dawn.

Creo que estas cosas, no sólo por su exquisito acabado y su belleza singular, sino también por su ponibilidad y adaptabilidad a numerosos eventos de la vida cotidiana estarán siempre de moda, la dificultad será encontrar alguien que sepa hacerlo (porque eso sí que va por modas).

Como sabréis los que me vais siguiendo, una de mis últimas aficiones desde el año pasado, es el encaje de bolillos. Gracias a mi profesora y compañeras de “La Asociación de bolilleras de Elche y comarca”, guardo un grato recuerdo de todas ellas, alguna que otra amiga, mil y un consejos y ¿cómo no? Algunos patrones para seguir haciendo aunque sea en la lejanía, encaje de bolillos…

   

Esta vez, para agradecer toda la amabilidad y el buen recibimiento que nos dió Dawn en el Reino Unido quería hacerle algo que fuera “nuestro”, algo típico en muchos pueblos de España que muchas antepasadas nuestras hacían apoyadas con su bolillero en las rejas de sus ventanas. Algo que llevase tiempo, dedicación, personalizado y ¡por supuesto, con infinidad de cariño!

  

Usé un color verde botella o verde oscuro, según la persona y los ojos que lo miren, elegí ése porque era su favorito. Y le engarcé unas piedras, al tiempo que hacía el encaje de bolillos, (es decir, que no van cosidas).

Para terminar, elegí el broche de la pulsera. Y éste fue el resultado:

 

 

Ésta pulsera en concreto, lleva los puntos que nosotras comúnmente los llamamos:  torchón y arañas,( con la dificultad añadida de ir engarzando las piedras en el centro de las arañas, una sí y otra no).

 

Aquí os muestro otra pulsera que hice antes. 

 

 

Que tiene un valor sentimental para mi muy grande, no sólo porque fue la primera que hice y porque lleva un punto con una especial complicación (como lo son “las hojas de guipur” ) si no porque me lo hice especialmente pensando en una ocasión la boda de mi hermano, donde la estrené a juego con el vestido, por supuesto.

 

 

Bueno, como siempre un placer escribiros, espero que os haya gustado y ¡hasta la semana que viene!