Mesa de botellines

Esta entrada, podría dedicársela alguno de mis primos ya que creo que el material de reciclaje que uso como base, ellos lo ultilizan más que yo. Así que ¡va por vosotros chicos! (Y ya se me ocurrirá algo también con las latas).

¿Recordáis que un día os hablé de una señora muy amable y agradable que nos puso las cosas muy fáciles al llegar aquí? (Dawn, lo que has hecho por nosotros no se paga con dinero).

El caso es que poco a poco, se van pasando los días y ya llevamos unos cuantos meses aquí y aún tenemos muebles que nos prestó ella…unos porque son difíciles de llevar sin coche  y otros porque aún nos hacen falta…

El caso es que dije hay que llevarle alguno más y ¿qué podría hacer, sin gastarme mucho, que quedase bonito y sustituyese alguno de ella?

Pues no se me ocurrió otra cosa que seguir con los reciclajes, y me puse a guardar todos los botellines.

Y un día cuando ya no tenía donde guardar más, dije venga que algo tiene que salir… Primero miré en internet, por si veía alguna idea que me gustase, pero la mayoría implicaba romper el botellín y hacer vasos o adornos…demasiado peligroso, y además serían muchos vasos pequeños o muchos adornos (para  ningún mueble)…

El caso es que internet en este asunto, no me ayudó nada. Tan útil que parece siempre...

Así que me puse frente a ellos y empecé a manejarlos como si fueran un puzzle. “Éste arriba, ese abajo, el otro al lado…”

Y cuando me quise dar cuenta, ya había hecho algo útil y que sustituía algún mueble para poder devolverlo. ¡Una mesita!

 

 

Al principio, me la imaginé de cuatro piezas, es decir, cuatro mesitas juntas y formar una mesita baja de las de delante de la tele en el comedor, luego pensé que dejarla en tres sería más fácil y se quedaría una mesita igualmente de salita comedor pero alargada.

Y al final, he hecho dos y se han quedado de mesitas de noche.

¡¡Si se me ocurre algo más ya os lo pondré!! ¡Hasta la semana que viene!

Broches de fieltro sencillos

Los broches de fieltro, son una de las cosas más fáciles y más complicadas a la vez. Porque algunos son tan fáciles y tan bonitos que no necesitan más y otros tienen una complejidad asombrosa pero que cuando están acabados son verdaderas obras de arte.

Una de las primeras  veces que me dio por hacer broches de fieltro, fue cuando estaba destinada en Almansa. Mientras estaba en el instituto estaba a tope de trabajo, preparando apuntes, ejercicios y clases para los alumnos. Siempre con la complicidad de algún compañero y ese gran departamento de Matemáticas para todos tan especial. Gracias a todos y a cada uno de vosotros, me enseñasteis mucho más de lo que me esperaba.

“La Mari” en la puerta del instituto, siendo la madre de todos… en fin, es que os nombraría a todos…incluso a algún personaje del que también me acuerdo…

Pero como siempre cuando toca irte, ¡cómo cuestan las despedidas!, sabes que te vas acordar de todos (o casi todos, para qué engañarnos), pero da lástima si ellos no se acuerdan nunca más de ti…

Así que me dio por hacer algo, un detallito por lo que me recordasen, un broche de fieltro que fuese sencillo fue lo único que se me ocurrió en esa época.

Así que hice molinillos para todas. Todos diferentes, cambiando colores y el detalle del centro y bueno, no sé si se acordarán mucho o poco de mí, pero cuando vean el broche seguro que recuerdan que era de una compañera que estuvo un año compartiendo aventuras y desventuras con ellos.

  

En esa época, sólo hice algunos diseños y todos cosidos a mano.

Ahora he descubierto, que hay diferentes pegamentos que hacen el mismo efecto (aunque ya os digo yo que no es lo mismo), e incluso la silicona caliente (que te pegas unos 'quemazos' importantes, "¡despacico con ella!").

  

 

 

 

Y ya os mostraré en otras entradas y cuando saque un poquito más de tiempo, otros diseños mucho más complejos y elaborados, e incluso otras aplicaciones de los mismos.

Y ya sabéis: para cualquier duda, sugerencia, consejo o encargo, no dudéis en poneos en contacto conmigo.

Muchas gracias a todos y ¡hasta la semana que viene!

La palma de Elche

Hace unas semanas os hablé, de mi año pasado en Santa Pola y Elche, y ya que tenemos la Semana Santa aquí, no podía dejar pasar la ocasión de hablaros de este trabajo artesano que se domina allí.

Una vez más, tengo que darle las gracias a Antonia: es una gran persona que enseña lo que sabe, mi profesora de bolillos, de palma y de mil cosas más.

Mientras estoy en un sitio, me gusta saber las tradiciones, las costumbres, lo que es típico y lo que no lo es y en este caso no iba a ser menos.

En Santa Pola, recuerdo ir a comprar el pescado al puerto, después de haber visto desde la clase de los bolillos cómo llegaban las barcas de los pescadores. Creo que nunca comeré un pescado como el de allí... mmm ¡delicioso!

Es sorprendente, cuando miras al horizonte del mar, buscando los pescadores que vuelven de su jornada de trabajo, rodeada de mujeres de la zona y cómo te cuentan las historias de los pescadores, de las mujeres reparando las redes, de cosas que se han perdido y otras que perduran a pesar de paso de los años. Y vienen a tu mente casi sin querer, todos los cuadros que has visto de barcas, de pescadores, del mar cayendo la tarde y dos barcas a lo lejos… y de momento tienes el mismo sentimiento que ellas, y todas esas pinturas que antes sólo eran simples imágenes, ya no son lo mismo.

Y de momento un día, al llegar a la ansiada clase de bolillos,  (sí, ¡ansiada! Porque al principio parece un fangal en el que te metiste tú misma, pero luego es un vicio en el que pasas horas, disfrutándolo), llega Antonia con sus múltiples bolsas y una nueva, así como de la basura.

Y cuando acaba la clase de los bolillos, abre la bolsa nueva, y ¡era palma!, empezó a enseñarnos hacer flores, que parecen fáciles, pero ya perdimos a alguna compañera por el camino; otras haciendo sellos; otras una especie de estrella para poner detrás de las flores, bolas... y ya cualquier cosa que podáis imaginar.

  

¡Cómo lo echo de menos este año! Desde luego, y cuánto trabajo que lleva la palma. Y luego sacarla el día de Ramos y todos los días que sea preciso en procesiones y desfiles.

  

Para el concurso de palmas (que sí, se hace concurso de palmas), se hizo una palma con diseño totalmente original, poniendo en la misma palma un bolillero con bolillos y trama incluida. Si esto no es artesanía...

Por supuesto, tuvo premio el sexto premio de Artesanía.

 

Al final nos llevamos premio y todo de la palma de la asociación, y para terminar, aquí os dejo una foto de mi título.

Espero que os haya gustado e impresionado aunque sólo sea un poquito. y ¡hasta la semana que viene!

Armario de cartón

Bueno, como la mayoría sabéis estoy viviendo en Northampton. Entramos en un piso sin muebles, pero una señora muy amable y de las primeras personas que conoció Antonio aquí, nos dejó casi de todo: mesas, sillas, mesitas de noche, lamparitas, y hasta una tira de banderitas de España, (de ésas que se ponen en las fiestas de los pueblos para adornar las calles), para que nos sintiésemos como en casa.

Gracias Dawn, ¡no sabes lo agradecidos que estamos contigo!

Las dos primeras semanas aquí, fueron como estar en una nube, sin mucho que hacer: todo extraño, descubriendo y explorando todo. Y no os lo vais a creer, ¡pero esas semanas estaba muda!, no físicamente, es que al hablar todo el mundo en inglés, me costaba seguirles el hilo y mucho más hablar… sentía una impotencia enorme.

El caso es que tenía un montón de energía acumulada que no sabía muy bien por dónde salir, y salió esto:

                            

Como podéis observar es un mueble, pero es un mueble de cartón, hecho poco a poco con cajas de cartón. Así tenía excusa para ir a las tiendas y preguntar por cajas de cartón y no veáis que alegría cuando me entendían.

El caso es que cuando acomodé las cajas, para que encajasen bien unas con otras me di cuenta que tenía que ser fuerte si quería que guardase estabilidad, así que reforcé la parte de atrás con una caja grande y también lo que sería cada estante. Después me fui a comprar papel de regalo y ¡ya está acabado!

 

Ya véis "a grandes males, grandes remedios".

Espero que os haya dado ideas y os haya gustado.

Un saludo y ¡hasta la semana que viene!