Hoy os traigo un jarrón pintado a mano. Todo esto vino a partir de una de
esas cosas que un día alguien comenta y se te queda grabado para algún día
hacerlo tú mismo.
Hace muchos años, se estilaba en los pueblos tener una mujer haciendo cursillos de manualidades por las tardes para las mujeres del pueblo, sobre todo las jubiladas o amas de casa. La verdad
es que era una buena actividad porque todas se relacionaban, compartían una
experiencia, se conocían y convivían en otro ambiente distinto al de ser
vecinos, o quizás como algo complementario.
En uno de esos talleres, les
enseñaron a decorar un espejo, con un tipo de pintura especial, que da color
pero es translúcida o transparente dependiendo del caso, pero no opaca. La
verdad es que sólo tuve la oportunidad de ver dos de estos espejos y eran
verdaderas obras de arte.
El caso es que, aunque era pequeña, me quedé con la copla para algún día hacerlo yo. ¿Qué pasó entonces? Pues lo de
siempre, un día que fui buscando una cosa a una ferretería, que no sólo tenía
herramientas de bricolaje sino también cosas de manualidades, y vi que una
mujer compraba unos botecitos de pintura y que le preguntaba al tendero
especialmente por su uso, así que descubrí el sitio donde encontrar la pintura
y las instrucciones de uso al mismo tiempo.
Ese día aguanté y no lo compré,
necesitaba meditar la idea un poco antes de hacer nada. Pero al día siguiente
estaba en la tienda. Compré como la señora había hecho, blanco, negro y los básicos; azul,
rojo y amarillo. El resto de colores los puedes sacar mezclando, así que sin
problemas.
Al coger los botes del estante me
di cuenta que había unos tubos como de crema que también eran para lo mismo,
pero éstos eran para dar relieve. Así que pillé negro, plata y dorado.
Por el camino, compré un vaso de
éstos grandes que son de “pinta”, vamos de medio litro, de los más barateros que
encontré, puesto que era lo primero que iba hacer.
Claro, yo no me podía meter a decorar el espejo del cuarto de baño o el de la entrada, pues estaba de alquiler, como siempre. Pero se me ocurrió decorar un vaso grande, que también es cristal y convertirlo en un jarrón.
Es algo con lo que puedes probar, si sale mal no te duele, si sale bien te lo puedes llevar donde quieras: me pareció la idea perfecta y seguí adelante con ello.
Me puse manos a la obra con ello, pensé en un estilo vidriera y esto me salió:
Como podéis observar dependiendo del color, es completamente transparente o translúcido.
Lo puse con distintos fondos para que pudiérais apreciarlo bien.
La verdad es que para ser la primera cosa que hacía, creo que me quedó bastante bastante bien.
Espero que os haya gustado y ¡hasta la semana que viene!
Que bonito Isabel! Te dire que a mi madre tambien le dio por decorar el vidrio y la verdad que hizo verdaderas preciosidades. Por cierto, ahora que vivo en un pueblo puedo hablar con conocimiento de causa, y me alegra ver que en los pueblos se siguen haciendo esos cursos de manualidades para todo el que quiera ir:pintura al oleo, bolillos, manualidades en general... Es lo que revitaliza a nuestros abandonados pueblos. Un besazo. Sara
ResponderEliminarComo siempre Sara, ¡¡gracias por tu colaboración en el blog!!
Eliminarmuy bonito Isabel y tu blog o muy chulo
ResponderEliminarSuerte
Gracias Cris!!
Eliminarhola!
ResponderEliminartienes un premio en mi blog,
http://flordetissu.blogspot.mx/2014/08/premio-al-blog-mas-tierno-y-premio-one.html
un abrazo!
Madre mía!! Muchísimas gracias!! No me lo esperaba, gracias!!
EliminarA mí me encanta! Adoro las manualidades; y te quedó precioso.
ResponderEliminarPásate por mi blog cuando quieras www.amglez.com
Besos
Gracias!! me pasaré en cuanto pueda, porque ahora ando un poco liadilla pero en cuanto tenga algo de tiempo me pasaré a verlo
EliminarQue chulo!! a mi me encantan estas cosas, te sigo y te invito a que te pases por mi blog, besos!!
ResponderEliminarMuchas gracias!! ¿Cuál es tu blog?
EliminarQue chula la idea! y tu blog! me quedo en tu blog, te sigo :)
ResponderEliminarMuchísimas gracias!! Me alegro que te guste
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