sábado, 9 de agosto de 2014

Joyeros y cajitas tratados y personalizados al gusto

Allá vamos con otras de mis cajitas.

 

¿Cómo empezó esta historia? Bien pues, este es un perfecto ejemplo de mi día a día luchando con mis propias ideas.

Veréis, cuando estoy trabajando soy muy perfeccionista y veo claramente cuáles son las prioridades, diferencio las cosas urgentes de las importantes y puedo jerarquizar el orden de los trabajos. Pero cuando estamos hablando de manualidades y tiempo libre, es como la vena creativa… y así se me escapa de las manos.

No sé si seré capaz de explicarme y vosotros de entenderme, pero el caso es que un día digo "vale voy hacer un par de broches para un regalo", que es algo sencillo y que me surgen las ideas según me siento hacerlo. Pero por lo que sea pues me falta algún material que es precisamente el que quería usar, pues nada a ir de tiendas a buscarlo… bien, pues es un riesgo, porque eso implica que vas a ver muchas cosas, no sólo la que buscas, y como estás en proceso creativo, todo lo que veas le vas a ver utilidad (valga la redundancia) y ya si por un casual oyes ideas que igual no habías pensado… es como que se va convirtiendo en una necesidad que tienes que probar tú también…

Quizás es algo que sólo me pasa  a mí pero el caso es que puedo empezar hacer broches y terminar haciendo un jarrón… porque oí algo que alguien dijo… y ya al volver... pues los broches ya no corrían tanta prisa.

Eso mismo me pasó con estas cajitas, fui a la tienda en busca de las pinturas para la caja de infusiones, ¿la recordáis? Hace un par de semanas. (Podéis volver a verla pulsando aquí).


Pues cuando estaba en la tienda, una de estas tiendas especializadas en bricolaje y manualidades, había una señora hablando de que estaba reparando un joyero que era de color cerezo y que una parte se había dañado, y que además quería hacer otro del mismo color pero que no encontraba el tipo de madera. A lo que la dependienta, con un dominio de todos sus productos y multitud de ideas, le aconsejó diferentes caminos para la reparación, y todos muy sencillos. 

Después le sacó unas cajitas de madera clarita sin tratar, de diferentes formas y tamaños, le dijo que eligiera, se fue después a por el tinte cerezo y cuando volvió le explicó todo para hacer un joyero lo más similar al suyo en color pero a partir de una cajita de madera sin tratar…y en ese momento decidí que yo tenía que intentarlo, así que aún no había ni empezado con un trabajo: la cajita de las infusiones y ya tenía otro metido en la cabeza…

Lo primero que tienes que hacer es tener todos los materiales, utensilios herramientas...mirar mi caja de estas cosas:


En este caso, no pude hacer fotos del proceso, pero no os preocupéis que os lo cuento:

1º) La caja sin tratar de ninguna manera, de madera clara.

2º) Ponte la mascarilla y guantes, y a lijar los defectos de la caja, si no tiene ninguno -> siguiente paso.

3º) Algunas de las cajas vienen con un tratamiento para que no les ataquen los bichos como las termitas y cosas así, si viene con eso, mejor que mejor. Si no es así, lo ideal sería dárselo, es un líquido muy clarito que huele a rayos, así que sigue con la mascarilla y los guantes. Este líquido es muy fácil de dar con el pincel, que llegue bien a todas partes para proteger bien la madera, y se seca muy rápidamente, así que en poco tiempo puedes seguir con la caja.

4º) Luego vamos con el líquido del tinte, hay multitud de colores; cerezo, alcornoque, haya, caoba... más rojizos, más grisáceos... a tu gusto. De la misma forma que el tratamiento, hay que pintarlo todo con movimientos rápidos de forma que se quede bien homogéneo.

5º) Una vez seco el tinte de la madera, notarás que la madera está reseca, el tratamiento y el tinte provocan eso; parece que la madera no tiene brillo. Pues bien, un poco de lo que se suele llamar "grasa de caballo", bien repartido, nutre la madera y le da brillo. Puedes darle en abundancia si quieres, pero tendrás que dejarlo secar y después con un trapito retirar el sobrante. Y dejarlo secar varios días porque si no manchará y no sólo por la grasa si no por el tinte también. 
Y como véis el resultado es magnífico:

 

Hay gente que en este paso aún sigue más allá barnizándolo: no hace falta, así ya se queda precioso y para mi gusto con un toque más natural, pero eso ya es al gusto de cada uno.

  

 


6º) Yo he añadido otro paso más, en cada cajoncito o apartado de la caja o en este caso ya joyero, le he puesto en el fondo un trozo de fieltro, de los colores que vosotros queráis. Además si quieres que no se mueva puedes comprarlo del que se pega que ya hay muchos colores también. 



 También podéis pegar el fieltro en el culo de la caja, por fuera, y ya es el colmo de lo profesional. En ese caso os recomiendo el fieltro que venden de pegar, pero el que se usa para poner en las patas de las sillas y mesas para no rallar el suelo, que lo puedes pedir en láminas para recortarlo tú mismo según lo que necesites. 

Bueno y con estos tres tipos de joyeros, triunfé haciendo regalos. Pero como siempre, cada vez que iba a la tienda a por un tinte o algo que me faltase... pues ya sabéis lo que pasa.

¡Una idea nueva! y lo siguiente ya fue el colmo. Ya veréis en las próximas entradas, ya.

Espero que os haya gustado y ¡hasta la semana que viene!

2 comentarios:

  1. Vaya Isabel, me encanta cualquiera de los modelos, de hecho yo el año pasado compré uno pero, he de confesarlo, ya hecho.... Lo dicho, que haces cosas preciosas y muy útiles y me encanta verlas.
    ¡ A seguir sorprendiéndonos!. Besetes.

    ResponderEliminar

Free Cow Boy MySpace Cursors at www.totallyfreecursors.com