Un cuaderno artesano, de retales

Esta entrada podría estar dedicada a todos aquellos que se vuelven locos al pasar por delante de una papelería. Que disfrutan viendo cuadernos y libros sin estrenar, que pasan las hojas del libro disfrutando de su tacto y su olor a nuevo. Increíble, pero cierto. Conozco a varias personas que hacen ésto, que disfrutan en una librería tanto como si fuese el jardín del Edén.

Para otros, sin embargo es lo más parecido a una tortura. “¿Libros, bolígrafos y cuadernos? Pero ¿eso no es igual a trabajo/estudio?”

Bueno, pues esta vez se me ha ocurrido hacer un cuaderno, o libro en blanco, totalmente artesano.

 

¿Habéis hecho alguna vez uno? Yo recuerdo, cuando era pequeña haber hecho uno mientras estábamos en el verano en el pueblo, (en Arcos de la Sierra). Fue en una de ésas cosas que ponen de actividad socio-cultural, en los pueblos que la mayor parte del año pasan olvidados, pero que al llegar el verano se llenan con multitud de “abuelos y nietos” que disfrutan del sol y la tranquilidad del pueblo y también de “hijos” que vuelven a pasar las vacaciones.

Había años que ponían a una chica que nos ponía el radiocassette y a bailar. Pero esta vez vino una mujer, (no sé si estoy en lo cierto, pero creo que era “la cartera”), y nos enseñó a pintar una muñeca de escayola y a hacer un cuaderno personalizado y forrado por nosotros mismos.

Creo que era la única mañana que no nos sentíamos castigados de estar en un salón encerrados haciendo todo lo que nos decía la señora y ¡además disfrutábamos! Y después de eso, a correr por las calles, a tirarnos globos de agua, a meternos al pilón…a jugar al rescate, a la botella, el escondite y las cartas….¡ay!¡benditos veranos del pueblo!

Bueno a lo que vamos. No recuerdo el tamaño que hice el cuaderno de ésa época, pero el de ésta es 10,5 x15 cm, es decir de un cuarto de folio.

Aquí os pongo algunas fotos que hice durante el proceso.

  

Los folios eran de fotocopias que salieron mal y sólo estaba impresa la mitad de la página.

 

Y la tela la usé de un trozo que me sobró al hacer unas cortinas, ¡vamos un retal! (Reciclando como siempre).

  

  

No será muy profesional, pero creo que es bastante original y el mío…ya no es mío, una de esas personas que se vuelven locas en las librerías…ya lo tiene como si fuera un tesoro…

 

Como siempre, si tenéis dudas, sugerencias, aclaraciones...comentármelo.

¡Hasta la semana que viene!